Ada Lovelace, condesa de Byron, nació el 10 de diciembre de 1815 en Londres.
Era una niña muy especial, soñaba con volar y su fantasía se convirtió en un riguroso estudio de las aves para encontrar la proporción entre la superficie de las alas y el peso corporal- Por supuesto no se limitó a soñar con los pajaritos, escribió un libro lleno de ilustraciones llamado "flyology" que en castellano sería algo así como "vuelología".
Su madre, una matemática muy competente (Anne Isabella Noel) se encargó de que su hija se formara en matemáticas, física, filosofía, música e idiomas, para lo cual ella demostró talento de sobra. Tanto, que llegó un momento en que sus cuestiones no podían ser resueltas por su tutor, August de Morgan. A este señor le molestaba mucho que una muchacha pensara "como un hombre" (así se expresó), eso de que una mujer fuera más lista que él... como que no.
Su madre, una mujer extremadamente inteligente y decidida, la animó a continuar aprendiendo de mejores maestros y se hizo amiga del matemático Charles Babbage. En 1842 tradujo un trabajo suyo del italiano sobre la máquina analítica. Pero no se limitó a la traducción, sino que hizo anotaciones y mejoró el trabajo original.
Escribió un código con el que hacer operaciones trigonométricas y definió el uso de tarjetas perforadas para programar la máquina.
Por esa razón es la primera programadora informática de la historia.
Su visión de futuro era tal que predijo que las máquinas podrían ser usadas para crear melodías complejas.
Murió con sólo 36 años a causa de un cáncer de útero, dejando como legado un conocimiento que ha permitido gran parte del progreso tecnológico de nuestra sociedad.
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