Gabriela Morreale nació en Milán (Italia) en 1930, y murió en Madrid en 2017.
Vino a estudiar química en la universidad de Granada y se doctoró en 1955. Después de una estancia de investigación en Holanda, regresó a España y toda su carrera investigadora la realizó en nuestro país: primero en el Instituto Gregorio Marañón, y después en la universidad autónoma de Madrid.
Sus trabajos sobre el yodo y las hormonas tiroideas en el desarrollo del cerebro fetal e infantil le han proporcionado un futuro a millones de niños en España y el resto del mundo.
Determinó junto a su marido, Francisco Escobar del Rey, las cantidades de yodo que hay que complementar en la dieta durante el embarazo para que los bebés no nacieran con un déficit mental por insuficiencia de esta hormona.
En los años 70 se comenzó a realizar de manera rutinaria la prueba del talón para salvar también del déficit mental por hipotiroidismo de origen genético.
Junto a su marido realizó estudios epidemiológicos con los que se asoció el déficit de yodo con la incidencia de deficiencia mental, y al determinarse incorporar una mínima cantidad de yodo en la sal a mediados de los 80 del siglo pasado, se consiguió eliminar casi por completo el bocio por hipotiroidismo.
Toda su investigación y sus aplicaciones han tenido una gran repercusión en la salud, el bienestar y el avance de la sociedad española. Pero su fallecimiento pasó tristemente desapercibido en los medios de comunicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario