Eco-huerto Navideño

La Alegría de la Huerta y el Amor de Hortelano siguen trabajando en el Eco-huerto en vacaciones. Durante las fiestas navideñas, hemos visitado a nuestros guardianes del Eco-huerto, Flora y Lechuguino Florencio. 



También hemos aprovechado las soleadas tardes de este invierno de temperaturas atípicas para sembrar las habas, coger los últimos racimos de uvas de la viña, los membrillos... La charla y los juegos han aderezado la actividad, haciendo de esos ratitos una delicia. Habrá quien piense que para las habas vamos tarde, pero ya conocéis el refrán de “Nunca es tarde si…” Además, con el cariño que les hemos puesto, seguro que para abril o mayo ya podremos degustarlas, como hacemos todos los años.









Son fechas de muchos compromisos, en las que también nos movemos para visitar a familiares, amistades… por ese motivo nos han faltado muchas Alegrías y Amores, pero compensaremos en el año que está a puntito de comenzar. Juntas, como una gran familia, seguiremos sembrando y cultivando valores, porque somos Naturaleza, seres ecodependientes e interdependientes en un planeta con límites biofísicos, y el contacto con este cachito de tierra de nuestro Eco-huerto escolar nos lo recuerda cada día.




Os dejamos con una curiosidad mágica de nuestras habas, que es característica de toda la Familia de las Leguminosas. Se trata de uno de los muchísimos ejemplos de colaboración que se dan en la naturaleza, donde hay más cooperación que competencia. Sin más preámbulos, resulta que las habas viven en simbiosis con una bacteria, la bacteria simbiótica Rhizobium leguminosarum, esta bacteria ayuda a la planta a captar nitrógeno del aire. ¿Por qué es importante esto? Tenemos que saber que el crecimiento de todas las plantas está determinado, de forma directa o indirecta, por la disponibilidad de nutrientes minerales, en especial del nitrógeno. La simbiosis que se establece entre el Rhizobium y el haba resulta muy beneficiosa para ambas, planta y bacteria. Las bacterias pueden aprovechar directamente el nitrógeno del aire, originando compuestos absorbibles y susceptibles de incorporarse a la composición del suelo o de los seres vivos. Para este proceso, la planta pone sus raíces a disposición de la bacteria y allí, en unos nodulitos radiculares, se lleva a cabo la fijación de nitrógeno. Este proceso depende, claro está, del suelo, el clima, las técnicas de cultivo, el genotipo de la planta… Esperamos cumplir los requisitos en nuestro Ecohuerto para lograr buenas simbiosis. Ya lo iremos viendo.

Mucha Salud y un Feliz y Mejor Año Nuevo para todos los seres de este maravilloso planeta.












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